Semillas de Reflexión

domingo, 19 de abril de 2009

Deja que estas semillas germinen hoy en tu corazón y produzcan fruto deseado.

Primero, digámonos a nosotros mismos lo que queremos ser; entonces hagamos lo que tenemos que hacer.
Epictetus

La paz en la tierra vendrá a quedarse cuando vivamos la Navidad cada día.
Helen Steiner Rice

No podemos llegar a ser lo que necesitamos permaneciendo como somos.
Oprah Winfrey

Los pescadores saben que el mar es peligroso y las tormentas terribles, pero nunca han considerado estos peligros como razón suficiente para permanecer en tierra.
Vincent Van Gogh

Cuando sentimos que hemos llegado al límite de nuestra vida y que no podemos pasar más allá, démosle a ese obstáculo un último empujón porque bien pudiera ser ese el que abra aquella pesada puerta al éxito. Si no lo intentamos esta última vez, nunca sabremos. Atrevámonos.
Sarah Margaret Bradbury

En un año a partir de hoy, pudiésemos estar deseando haber comenzado hoy.
Karen Lamb

Conozco el precio del éxito: dedicación, trabajo duro, y una devoción que no se rinde a las cosas que queremos que pasen.
Frank Lloyd Wright

El logro más grande no consiste en nunca caer, sino en volver a levantarnos una vez que hemos caído.
Vince Lombardi

Una actitud saludable es contagiosa pero no esperemos a que otros nos la pasen; seamos portadores.
Autor Desconocido

Mateo 13:32
El cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.

Marcos 4:31
Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra.


El Lobo y El Asno

sábado, 18 de abril de 2009

Un lobo fue elegido rey entre sus congéneres y decretó una ley ordenando que lo que cada uno capturase en la caza, lo pusiera en común y lo repartiese por partes iguales entre todos; de esta manera ya no tendrían los lobos que devorarse unos a otros en épocas de hambre.

Pero en eso lo escuchó un asno que estaba por ahí cerca, y moviendo sus orejas le dijo: "Magnífica idea ha brotado de tu corazón, pero ¿por qué has escondido todo tu botín en tu cueva? Llévalo a tu comunidad y repártelo también, como lo has decretado".

El lobo, descubierto y confundido, derogó su ley.

Si alguna vez llegas a tener poder de legislar, sé el primero en cumplir tus propias leyes.

Fábula de Esopo
Fuente: www.edyd.com

Queridos Hermanos:

No cabe duda de que no podemos efectuar cambios o mostrar un camino a los demás a menos que nosotros mismos estemos dispuestos a dar ejemplo de cómo hacerlo. Una vez más resuena en nuestros oídos aquella famosa frase que reza: "tus acciones hablan tan alto que no permiten escuchar lo que dices". Si bien es cierto en nuestra cultura occidental nos hemos acostumbrado a ver a políticos, empresarios y aún religiosos que nos plantean leyes, proyectos e iniciativas que son plausibles, sus vidas contradicen de plano lo que dicen. Pero no tenemos por qué resignarnos a que ese sea el nivel de vida nuestro ni de nuestra comunidad. Atrevámonos a hacer la diferencia. Y Dios está más que dispuesto a ayudarnos a revolucionar nuestra generación para Cristo. Adelante y que el Señor les bendiga.

Raúl

Salmos 1:1-2

1 Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos,
2 sino que en la *ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella.

¡Sé como la Liebre!

jueves, 16 de abril de 2009

Un día una joven, dando un paseo por el monte, vio sorprendida que una
pequeña liebre le llevaba comida a un enorme tigre malherido que no podía
valerse por sí mismo. Le impresionó tanto al ver este hecho, que regresó al
siguiente día para ver si el comportamiento de la liebre era casual o habitual.
Con enorme sorpresa pudo comprobar que la escena se repetía: la liebre dejaba
un buen trozo de carne cerca del tigre.

Pasaron los días y la escena se repitió de un modo idéntico, hasta que el
tigre recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia cuenta.
Admirada por la solidaridad y cooperación entre los animales, se dijo: "No
todo está perdido. Si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces
de ayudarse de este modo, mucho más lo haremos las personas".

Así que la joven decidió rehacer la experiencia... se tiró al suelo,
simulando que estaba herida, y se puso a esperar que pasara alguien y la
ayudara. Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su ayuda.
Siguió así durante todo el día siguiente... y el siguiente. Ya se iba a
levantar, con la convicción de que la humanidad no tenía el menor remedio,
cuando sintió dentro de sí todo el desespero del hambriento, la soledad del
enfermo y la tristeza del abandono.

Su corazón estaba devastado, ya casi no tenía fuerzas para levantarse.
Entonces allí, en ese instante, oyó... ¡con qué claridad, qué hermoso! Era
una voz, muy dentro de ella, que decía: "Si quieres encontrar a tus
semejantes, si quieres sentir que todo ha valido la pena, si quieres seguir
creyendo en la humanidad... deja de hacer de tigre y simplemente sé la
liebre".

Enviado por Edilberto Méndez

Si bien todos nosotros atravesamos y atravesaremos momentos difíciles en la
vida en los que necesitaremos el apoyo de otros en el camino, la historia de hoy
nos lleva a reconocer que siempre debemos considerar ser nosotros quienes
ayudemos en vez de quienes recibamos la ayuda. Y es que en realidad no podemos
hacer nada para que otros se interesen en nuestra necesidad, pero en cambio, sí
que podemos hacer mucho interesándonos en las de los demás. Una vez un niño,
al oírme compartir sobre este principio, me preguntó: "Pastor, pero si
siempre me preocupo por ayudar a los demás, ¿quién se preocupará por
ayudarme a mí?" Mi respuesta del momento la recuerdo como si fuese hoy, tal
vez porque me la he repetido a mí mismo miles de veces (cuando me siento un
tanto solo y derrotado): "¡Dios vendrá en tu ayuda!" ¡Lo maravilloso es
que por más de 40 años he visto a Dios hacerlo... una y otra vez! Si tal vez
sientas que esto está más allá de tu experiencia y capacidad, ¿por qué no
hacer un tiempo para adorar en compañía de otros creyentes, al Salvador este
fin de semana? Tal vez descubras que será más lo que Él te dé que lo que
tú puedas darle... y salgas renovado para vivir una vida distinta y más plena.
Adelante y que el Señor haga resplandecer Su rostro sobre cada uno de ustedes.